Es aqui dónde se desenvuelve la parte central de mi ensayo; las primeras secciones fueron descriptivas con el afán de lograr un mayor entendimiento y poder apreciar esta tercera parte de una mejor manera:
Filosofía y humildad; miopía y ascetismo; pasión y alienación.
"Somos una época fáustica decidida a encontrar a Dios o al Diablo antes de irnos, y la esencia ineluctable de lo auténtico es nuestra única llave para abrir la cerradura." (1)
Esta frase de Norman Mailer nos indica una tendencia ya muy antigua: nos empeñamos en buscar aquello superior, y lo buscamos desde nosotros mismos, desde nuestra autenticidad ¿Qué buscan estos filósofos que pretenden los ideales ascetas? ¿Se rigen realmente por la pobreza, humildad y castidad?
¿Es tan necesario este escapismo a la sociedad? ¿Son acaso tan débiles de mente los llamados filósofos que llegan a ser tan ineptos de encontrar su optimum en un ambiente en sociedad? ¿Se alienaron tanto que se convirtieron ya no en creadores ni pensadores de ideas sino más bien un fin para su arte? ¿Buscaron tanto su libertad espiritual, la lucidez de su espíritu, que no se dieron cuenta que este acto los aprisionaba más? ¿No pudieron contemplar a esta pasión por su arte como algo destructivo? ¿No se dieron cuenta acaso que al decidir por una vida asceta tomaban un camino fácil y, para mal, errado? Un camino donde no enfrentaban aquello que les incomodaba sino simplemente lo esquivaban y divagaban en su “libertad” cautivos de sus pensamientos ¿Fueron acaso TAN MIOPES? ¿TAN CIEGOS? ¿Tan ilusos de pensar que su libertad y lucidez se encontraría fuera de aquello que los traba, y deciden pues por conveniencia espiritual huir? ¿Fueron acaso tan cobardes? … O cabe la otra posibilidad, donde si se dieron cuenta ¿Acaso de manera intencional, consciente o inconscientemente, buscaron ser martirizados y así recordados? ¿Cayeron en tal melancolía que se vieron frustrados por su desarrollo y deciden escapar en lugar de enfrentar? ¿O quizás lo que ocurrió fue que si se dieron cuenta y antes de luchar cayeron rendidos y se retiraron con la cabeza agachada?
Cuales fueran los motivos, cuales fuese la situación de cada uno, de manera individual cayeron en soberbia; en aquel camino destructor que tan bien remarcaron con ese “NO” aquellos judíos. Se pensaron tan diferentes, tan superiores, con tal capacidad de desarrollo y poder de apreciación que deciden huir ¡Que deciden concentrarse en una humildad falsa!
Son tan buenos que la miopía los ciega, están tan abstraídos que su intención de desarrollo los cubre con un manto de superioridad. Se concentran tanto en actuar para su bien, para su desarrollo que actúan de manera egoísta y auto destructora, se concentraron tanto en actuar como “buenos” que no les preocupó si lo que hacían era lo mejor; pensaron como buenos egoístas y obraron como ineptos de la razón; decidieron huir en pro de su arte y no se percataron que ahora era esta quien los manejaba y no era ellos los creadores de la misma sino un resultado de su creación. Si se rigen como dijo Nietzsche bajo el dicho de “quien posee es poseído” para defender este ascetismo y apartamiento de la glorias, los príncipes y de las mujeres, esta libertad; pues ellos ya no eran libres, eran esclavos de su arte y ahora laboran para ella.
Es esta la contradicción que se encuentra entre estos dos capítulos; el marcado cambio, la llamada “emancipación de los esclavos de la moral” es recibida con golpes en esta tercera parte, o acaso como menciona Robert Bartra en -“El duelo de Ángeles” Locura Sublime, tedio y melancolía en el pensamiento moderno- : “(…) la facultad de pensar el infinito rebasa los límites de la sensibilidad”.
Finalmente ¿dónde estamos? Pues creo que la humildad perdida por estos pensadores los aliena de la sociedad, los hiere de manera tal (y recordemos que la herida es auto infringida) que les quita capacidad de desarrollo, les resta libertad espiritual y por ende no es la solución ni tampoco es la manera en la cual van los filósofos a estar más cerca a su optimum; es más, llego a pensar que esto los aleja más de su intención esencial de desarrollo.
----------------------------------------------
(1)Frase de Norman Mailer, extraída del texto “Todo lo sólido se desvanece en el aire. La Experiencia de la Modernidad. El Fausto de Goethe: La Tragedia del Desarrollo” de Marshall Berman.
lunes, noviembre 05, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario