martes, octubre 23, 2007

-OPINIONES HUMILDES -1/3

La siguiente entrada es un ensayo que preparé para la universidad, como dice el título es la primera parte de 3.

Este breve ensayo del libro de Nietzsche "Genealogìa de la Moral" pretende analizar y contrastar lo entendido en la Primera Disertación “Bueno y Malvado”; “Bueno y Malo” con lo entendido en la parte tercera del libro Tercer Disertación “Qué significan los Ideales Ascéticos”. Se escogieron estos dos capítulos ya que parece presentarse una inconsistencia que creo merece ser rescatada y discutida. Se analizarán ambos capítulos por separado y luego en una tercera parte se pasará a la discusión.

A aquellos que gustan de la filosofía espero les sea de su agrado o por lo menos les resulte interesante la "inconsistencia" presentada:

1.-Primera Disertación “Bueno y Malvado”; “Bueno y Malo”

¿Bueno? ¿Malo? ¿Quién es qué? ¿Acaso es bueno quien obra en forma beneficiosa para algunos? ¿Acaso es menester de nosotros que intentamos explicar la bondad y maldad incluir a la voluntad? ¿Existe la bondad y maldad per ser?

Muchas preguntas similares pueden surgir en nuestras mentes al momento de enfrentarnos con este dilema; muchos pueden intentar darnos acercamientos de estas palabras y sus significados pero: ¿acaso ellos tienen la verdad? ¿Existe tal verdad? Así podemos seguir y seguir disgregando estas palabras, podemos atacar significado tras significado y muy probablemente llegar a desmantelar muchos de ellos ¿Cómo es entonces que llega Nietzsche a una definición? Pues de la lectura de la primera parte notamos que se enfrentó a un paquete de preguntas muy similares a las aquí planteadas por nosotros, llegando a varias definiciones entre las cuales resaltaremos dos, una errada pero de interés por su secuencia y otra que finalmente se utilizará como partida para el resto del análisis.

Ambas son tomadas del libro “Genealogía de la Moral” <>:

i) “Las acciones altruistas fueron alabadas y reputas buenas por aquellos a quienes eran útiles, más tarde se olvidó el origen de estas alabanzas y se llamaron buenas las acciones altruistas por costumbre (…)”
ii) Al realizar la investigación se notó que la palabra bueno tiene un sentido etimológico común; deriva de la palabra distinción, nobleza. Distinguido en cuanto al alma; noble en cuanto a ser privilegiado en el alma.

Podemos notar la secuencia en la primera definición: Utilidad, olvido, costumbre y finalmente error. Herbert Spencer también calificó como bueno aquello que en todos los tiempos se reveló como útil; pero, como bien dice Nietzsche: “La Explicación carece de fundamento histórico” .

Ahora bien, notamos que la segunda definición se presenta muchísimo más amplia, pero denota una leve definición de la bondad per se; pero nuevamente la deja en el gran campo de la subjetividad: ¿Quién es al que llamamos distinguido y noble de alma? (… pensemos bien y discutamos: ¿puede existir algo que no sea subjetivo? ¿Existe la objetividad? ) Es finalmente esta amplia definición que utilizaremos de aquí en adelante.

Pasemos ahora a indagar la profundidad de esta primera parte; pasemos a ver esta revolución; esta “rebelión de los esclavos de la moral” liderada por los Judíos; analizaremos este “NO” tan importante que dieron y los errores que resaltaron. Nietzsche dice que con los judíos empezó la emancipación de los esclavos de la moral y que de su odio al orden antiguo u opresor nace un amor nuevo.

“Mientras que toda moral nace de una triunfante afirmación de sí misma, la moral de los esclavos opone un “no” a todo lo que no es suyo (…) este “No” es su acto creador”

Con esto los judíos resaltan la importancia de la humildad. Estas personas de la oligarquía, estas personas de altos rangos, estos “buenos” actúan de manera tal que la “su bondad” ciega su actitud; son tan buenos que dejan de serlo, caen en soberbia, contemplan “su bondad”, se preocupan por actuar bondadosos y no por ser buenos; se muestran tan ensimismados en ser líderes de la moral que caen en una soberbia no controlada de actos sin voluntad. Es de este razonamiento que la rebelión tiene sentido, es desde este odio a “los buenos” que nace, como ya se mencionó, un nuevo amor. La superioridad de los buenos le restó humildad y les dio una miopía brutal en cuanto a su labor.

Friedrich Nietzsche dijo una vez:

"Cuantos hombres se precipitan hacia la luz, no para ver mejor sino para brillar."


Desprendemos entonces: ¿Cuántos de estos “buenos” actuaron de esta manera por simplemente brillar? ¿Cuántos se precipitaron al ojo público del liderazgo de la moral solo para ser mejor vistos? ¿Quiénes se acercaron para ver mejor? Seguramente luego de un punto esta distinción se vuelve casi imposible; es entonces donde resaltamos nuevamente la importancia de esta rebelión, el hito moral histórico que generó este afán de los judíos por mostrar este “odio”; este principio de un “amor nuevo”.

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